Dicen que una de las muertes más dolorosas es el quemarse vivo y en
el toro de bronce este era el castigo. Su estructura constaba de un toro
de metal el cual tenía el estómago hueco. En este espacio se colocaba a
la persona y se le encerraba para que no pudiese salir, lo que venía a
continuación era una fogata que se prendía debajo del toro causando la
incineración de la persona.
Para darle un sentido teatral y que infundiera más miedo, el toro
tenía huecos en los orificios nasales por donde salía humo en grandes
cantidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario