Instrumentos que se usaban en formas orales y
rectales. Se colocaban en la boca, recto o vagina de la víctima, y allí
se desplegaban por medio de un tornillo hasta su máxima apertura. El
interior de la cavidad quedaba dañado irremediablemente.Las puntas que
sobresalen del extremo de cada segmento servían para desgarrar mejor el
fondo de la garganta, del recto o de la cerviz del útero. La pera oral
normalmente se aplicaba a los predicadores heréticos, pero también a
seglares reos de tendencia antiortodoxas. La pera vaginal, en cambio,
estaba destinada a las mujeres culpables de tener relaciones con Satanás
o con uno de sus familiares, y la rectal a los homosexuales.

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